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Hombres y perros

Hombres y perros
Hombres y perros empezaron su especial relación hace milenios, con el proceso gradual de la domesticación del lobo. Relación que evolucionó desde esporádicos contactos entre seres humanos y caninos, hasta una colaboración verdadera orientada hacia la supervivencia mutua. Un rompecabezas fascinante, en el que algunas piezas hasta ahora permanecían ocultas, por ejemplo, la que refiere a en qué lugar exactamente comenzó la domesticación. Este fue el tema de una reciente investigación.

¿Dónde comenzo el encuentro entre hombres y perros?

Para conocer de forma concluyente dónde surgió este singular vínculo entre el hombre y el perro, científicos de la Universidad Cornell, en Ítaca, New York, condujeron un estudio científico publicado recientemente por la revista PNAS. Los sujetos de la investigación fueron los llamados perros vagabundos, canes sin dueño que durante siglos han tenido la oportunidad de procrear sin la intervención humana. Este trabajo partió, por una parte, del análisis genético de muestras recolectadas que procedían de 549 perros de 38 países. Un segundo grupo importante de muestras la obtuvieron directamente los propios científicos, quienes reunieron el ADN de 4.676 perros de 161 razas puras diferentes, incluyendo los cromosomas heredados de ambos progenigores. Con 185.805 marcadores genéticos a su disposición, los científicos analizaron la ruta trazada por el perro doméstico en el mundo. Y determinaron que ésta probablemente empezó en una zona ubicada entre Nepal y Mongolia. También descubrieron que, una vez iniciado el proceso de domesticación, éste se extendió por la India y el Suroeste y Sureste de Asia.

Hombres y perros, una relación ancestral

No debemos olvidar que el contacto inicial fue, en realidad, entre hombres y lobos. Éste se acercó al hombre buscando cooperación mutua en la actividad de la caza. Gracias a este quid pro quo, los cánidos se abastecían de comida, mientras que su particular compañía ayudaba a los humanos ahuyentando a otros predadores. ¿Debemos calificar esta relación como oportunista? La biología tiene su propio término para ella, la denomina comensalismo: un tipo de simbiosis en la cuál una de las especies recibe un beneficio, mientras la otra no sufre ningún daño. La concepción de la relación humano-perro es diferente en la actualidad, y nos muestra que el perro y el lobo, aunque tienen diferencias notables, también tienen características similares.